Desde la década de 1950 se planteaba la incorporación de herramientas robótico-digitales como medio de apoyo para facilitar el trabajo humano. Hoy en día, dentro de las aulas, la inteligencia artificial (IA) ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta de simulación del comportamiento y pensamiento humano.

La IA ha comenzado a trazar una nueva direccionalidad en el ámbito educativo, incorporándose poco a poco a la vida académica de los estudiantes (Flores et al., 2022), lo que plantea interrogantes sobre su papel dentro de la educación y cómo transformará los modelos tradicionales, así como los límites éticos de su uso en el ámbito educativo.

Labrador Fernández (2023) señala que la incorporación de inteligencias artificiales en las ciencias de la educación ha transformado no solo los modelos de trabajo en el ámbito educativo, sino también las dinámicas de interacción entre profesores y alumnos. Mientras que en el modelo educativo tradicional el docente desempeña el papel de guía y transmisor de conocimientos, en el contexto de la educación virtual (Flores et al., 2022) el rol del docente se redefine al de un mediador del aprendizaje que fomenta una participación activa del alumnado en su proceso de adquisición del conocimiento.

La propuesta en la integración de la IA en el ámbito educativo consiste en automatizar tareas administrativas (evaluación y gestión), así como en facilitar aprendizajes de forma interactiva y autónoma. Un ejemplo básico serían los sistemas de tutoría inteligentes. Estos sistemas permiten una atención personalizada acorde al ritmo y estilo de aprendizaje de cada estudiante. Labrador Fernández (2023) sostiene que el futuro de la educación dependerá de la capacidad de integrar efectivamente las herramientas tecnológicas, garantizando que su implementación sea ética y centrada en el ser humano.

Ventajas y desventajas del uso de las inteligencias artificiales en la educación

Como se ha mencionado anteriormente, la educación ha experimentado una variedad de cambios a lo largo de las últimas décadas, principalmente aquellas que involucran el desarrollo e inclusión de tecnología dentro de las aulas. De acuerdo con Pérez (2024),  el desarrollo de nuevas tecnologías, como ChatGPT, ha revolucionado significativamente el proceso de enseñanza y aprendizaje,  permitiendo una automatización de los mismos;  sin embargo, este desarrollo ha ocasionado disputas éticas con respecto a su uso.

Las inteligencias artificiales han demostrado ser una amplia gama de posibilidades de servicio de apoyo a la enseñanza y el aprendizaje tanto para los docentes como para los estudiantes, es por ello  que Pérez (2024) presenta una serie de ventajas y desventajas sobre el uso de inteligencia artificiales en la educación:

Ventajas

  • Personalización de la enseñanza: permite la adaptación individual del método de enseñanza de cada uno de los estudiantes, posibilitando una atención personalizada en lo que se refiere a tareas o dudas.
  • Apoyo al docente: permite que el profesorado pueda crear recursos educativos digitales interactivos, mejorando el proceso educativo dentro de las aulas.
  • Motor de búsqueda: las inteligencias artificiales brindan a los estudiantes búsquedas personalizadas de temas de información, generando respuestas precisas y coherentes.

Desventajas

  • Dependencia y ausencia de interacción humana: el uso excesivo de esta herramienta académica aumenta la posibilidad de sesgos y privación a la seguridad de los datos impuestos en ella. De igual forma, impide que los alumnos desarrollen habilidades lingüísticas relacionadas con la  lectoescritura.
  • Desigualdades de acceso: es necesario utilizar equipos digitales para poder acceder a las inteligencias artificiales, por lo que el uso de estas implicaría una desigualdad socioeconómica para aquellos que tengan limitaciones de acceso a estas herramientas.
  • Impacto en el desarrollo cognitivo: disminución significativa en la profundidad del pensamiento y análisis del alumnado, además de pérdida de información en el alumnado (lagunas de conocimiento). 
  • Plagios y ausencia de veracidad en la información: las inteligencias artificiales son una herramienta no regulada, por lo que la información proporcionada puede presentar irregularidades. Asimismo, el uso desproporcionado de esta herramienta incurre en acciones de plagio y engaño por parte de la dependencia a las inteligencias artificiales.

Usos indebidos de las inteligencias artificiales en el ámbito educativo

El uso de la Inteligencia artificial en el contexto educativo presenta una idea transformadora en múltiples aspectos de la construcción del aprendizaje y, como herramienta, sus efectos dependen siempre de los fines para lo cuales es intencionada. De acuerdo con Alvarado (2024), uno de los desafíos éticos de mayor importancia es la susceptibilidad del robo de datos en estas plataformas: la mayoría de los datos ingresados pueden ser compartidos con otros usuarios que utilicen las mismas codificaciones de acceso, haciendo que aquellos usuarios que hayan ingresado o pedido un conjunto de información similar puedan adquirir la información plasmada por otros, ocasionando que cualquier tipo de información sea compartida de manera desautorizada.

 Ruiz (2023) reconoce que el campo legal y ético no ha sabido sobrellevar la velocidad de evolución de las inteligencias artificiales. De igual forma menciona que los algoritmos de aprendizajes automáticos presentan áreas de oportunidad como:

  • La privatización y seguridad de datos.
  • Algoritmos transparentes, éticos y justos.
  • Regulación de uso.
  • Marcas de identificación de uso de IA.

Retomando la perspectiva de Alvarado (2024), el uso indebido de las inteligencias artificiales, pragmático y sin supervisión ética, da apertura a un abanico de delitos cibernéticos, como puede ser el robo de identidad, ciberataques y la creación de contenido falso, el cual puede afectar los cimientos mismos del rigor y validez de la fundamentación teórica de investigaciones que pudieran servir a la humanidad.

Dentro del contexto educativo, Ruiz (2023) argumenta que la práctica docente en el contexto de investigación e indagación debe de incluir el uso de detectores de plagio e irregularidades en la redacción de los documentos presentados por los estudiantes con el fin de prevenir acciones deshonestas en la educación.

Esta misma autora menciona que una parte indispensable para el uso adecuado de la Inteligencia artificial en el contexto educativo, es la implementación de normas de regulación de estas herramientas digitales. En palabras de Ruiz (2023): “por decir lo menos: es deber de los estudiantes no copiar todo lo transcrito por los sistemas de inteligencia artificial, ya que ello implicaría una falta de respeto, honestidad y responsabilidad, valores marcados en el Código de Ética”.

Los argumentos de Ruiz refuerzan la importancia de promover la conciencia y responsabilidad en el uso de Inteligencia artificial, para que los alumnos eviten copiar ciegamente los contenidos ofrecidos. De igual forma, se vuelve indispensable el desarrollo de habilidades críticas y de redacción en el alumnado.

En cuanto a su uso, Ramos (2021) menciona que la IA puede traer consigo una serie de consecuencias que remarcan la necesidad de mantener un código de ética, previniendo así faltas a los derechos humanos y buscando siempre buscar beneficios a la humanidad, la sociedad y el entorno. Por esta razón se han propuesto cuatro principios principales que rigen la ética de las inteligencias artificiales, que actúan en distintas áreas (educación, equidad, ecosistemas, salud y bienestar), además de trabajar para el bien de la humanidad, individuos y sociedades. Estos cuatro principios son: 

  1. Proteger, respetar y promover los derechos humanos.
  2. Vivir de manera pacífica e intercomunicada entre sociedades.
  3. Asegurar la diversidad e inclusividad. 
  4. Siempre enfocarse en el florecimiento del ambiente y ecosistema.

Propuestas de solución del uso de la IA

Además de proponer principios éticos con los que contener y manejar el avance y desarrollo de las inteligencias artificiales, Ramos (2021) remarca la importancia de pasar a la acción por medio de la creación de estrategias y recomendaciones en diferentes áreas. Entre sus propuestas principales se encuentran:

  • Hacer que el manejo de la IA sea transparente, inclusivo, multidisciplinario y multilateral, asegurando el involucramiento de las comunidades; además, se propone que cualquier daño que haya sido causado por la IA sea investigado en profundidad para poder prevenir la repetición de escenarios.
  • Volver los conocimientos del uso de la IA en algo básico en la educación, aumentando de esa manera la productividad y competencia en el mercado laboral.
  • Asegurar la privacidad y moderación del requerimiento de datos, así como generar condiciones de uso adecuado de la información.
  • Maximizar el potencial de la IA en promover y proteger la equidad de género y la igualdad. 
  • Proteger el medio ambiente, pues la creación y entrenamiento de estas inteligencias implica tanto un incremento en la contaminación como el uso de recursos naturales, por lo que se recomienda prevenir, predecir, controlar y mitigar cualquier riesgo ambiental.

Conclusiones

El uso de la IA ha ofrecido bastantes beneficios a la educación en relación con que tan ágilmente se puede desplazar en la red para identificar información relevante, así como facilitando procesos y actividades. Sin embargo, su abuso puede implicar riesgos académicos y de desarrollo de habilidades que siempre requerirán considerarse antes de promover su uso. Elementos como la ética, la autoconciencia y la integridad personal y académica se vuelven indispensables a desarrollar dentro de una comunidad de conocimiento cada vez más mediada por la tecnología. Entonces, es necesario proponer acciones que promuevan un uso adecuado y consciente de estos recursos.


Referencias