La situación que vivimos actualmente por la contingencia sanitaria del Covid-19 surgió súbitamente. Llegó a nuestras vidas de manera sorpresiva y detuvo la cotidianidad. Eso puso a la humanidad en un duelo porque perdimos las rutinas, el contacto físico con los otros y la manera en que percibíamos la normalidad.
Pero en este duelo, que nos genera una diversidad de emociones aflictivas, surgen capacidades humanas que nos ayudan a salir adelante, una de ellas es la de comprendernos y comprender a los demás, el regalo de la aceptación y la generosidad emocional. El permiso para sentir y que nos proporciona formas de regular las emociones de manera proactiva y creativa, y así, transitar hacia la salida del duelo: hablamos del poder de la empatía.
Durante el Congreso digital para maestros: aprendizaje y bienestar en tiempos de adversidad, se llevó a cabo el taller “Empatía y escucha activa”, donde participó la Dra. Janet Patti, fundadora del Collaborative for Academic, Social, Emotional Learning (CASEL, por sus siglas en inglés), y Cathy Maurer, licenciada en Psicología y formadora de mediadores del Instituto DIA, quienes nos compartieron este concepto de empatía:
Es la capacidad de comprender las cosas desde la perspectiva de otra persona. Es compartir sentimientos y emociones y tratar de comprender por qué está viviéndolos. Ponernos en los zapatos de los otros, a veces la empatía es el simple hecho de compartir lo que otro siente.
Ante esto, Janet Patti enfatizó que aunque nadie literalmente puede ponerse en el lugar de otro, sí es posible compartir su visión para comprenderlo y apoyarlo.

¿Cómo se pone en práctica la empatía?
Hay muchas maneras de definir y aterrizar esta aptitud y por lo tanto de practicarla, para esto, Janet Patti explicó tres tipos de empatía que podemos usar:
– Empatía cognitiva
Consiste en percibir y en entender, es la capacidad de tomar en cuenta las perspectivas de otra persona, ponerse mentalmente en los zapatos del otro. Es muy necesaria para resolver conflictos o integrar a un nuevo miembro a la comunidad.
– Empatía emocional
Es cuando realmente se siente lo que la otra persona siente, la capacidad afectiva, es el fundamento de las relaciones humanas, cuando tú lloras al ver a otra persona llorar, o te alegras por la alegría del otro.
– Empatía compasiva
Es la empatía en acción, cuando estamos tan conmovidos por algo o alguien que nos mueve a ayudarlo. Por ejemplo, a un discapacitado a cruzar la calle o cocinar para una familia con pocos recursos.
Escucha atenta
La escucha atenta es una de las herramientas más eficientes para fomentar la empatía y abre el espacio para que el hablante se sienta escuchado. Además constituye una de las reglas del juego que nunca deben faltar dentro de una sesión de mediación dia.
Escuchar requiere que prestemos atención completa a la persona que habla y hay dos estrategias que podemos usar para lograrlo:
1. La escucha no verbal: Es cuando prestamos atención con nuestros cuerpos, gestos y expresiones faciales. Muchas veces la persona que habla solamente necesita que alguien la escuche, sin opiniones. Evitar hacer juicios sobre lo que nos están compartiendo y todo tipo de interrupciones. Hay veces que alguien quiere ser escuchado en silencio.
2. La escucha verbal: Se usa cuando alguien quiere que participemos en su problema, situación o alegría, los ayudamos con las mismas características de la escucha no verbal pero completamos con preguntas que le ayudan al hablante a clarificar sus pensamientos, como por ejemplo: “¿me puedes decir más?”, “¿cómo te sentías en ese momento?”, con esto tomamos la oportunidad de validar las emociones de la otra persona.
“Hay veces que el hablante no sabe lo que necesita de ti, especialmente los niños y jóvenes, ahí entra nuestra responsabilidad como docentes o padres de familia, ayudarlos a clarificar sus pensamientos y sentimientos, usando la escucha activa”, enfatizó Patti.

Se preguntó a los maestros durante el congreso, ¿cómo pueden construir un espacio de empatía dentro de sus salones?, estas fueron algunas respuestas que queremos destacar:
– “No suponer que los alumnos llegan sin problemas”.
– “Es más importante el ser humano, antes de ser docente”.
– “Al inicio de la clase preguntar a los alumnos cómo están”.
– “La manera de hablarle a los alumnos, desde el saludo hasta la forma de dar indicaciones”.
Antes de finalizar el taller, Cathy Maurer señaló que no podemos dar lo que no tenemos, y mencionó algunas sugerencias para implementar la empatía con nosotros mismos:
- Hablar contigo mismo como hablas con tus amigos, con calidez.
- Practicar la atención plena.
- Evitar el juicio personal hacia nosotros mismos.
- Perdonarnos.
- Evitar compararnos con los demás.