En la educación virtual y a distancia es muy común que los profesores recurran a los videos, ya que son un material didáctico eficaz para abordar distintos temas y atraer la atención de los estudiantes. Sin embargo, existen algunas prácticas que podemos impulsar para sacarle el mayor provecho a esta herramienta digital.
De acuerdo con el libro Un camino para ser y trascender (2020), el vehículo de mediación es un detonador para activar las habilidades y los procesos de conocimiento. Tiene como objetivo despertar la atención, la curiosidad y el interés, así como generar el intercambio de conocimientos para estimular el diálogo y el aprendizaje.
Estos estímulos pueden ser obras de arte visuales o literarias, fotografías, etc. y, por supuesto, videos. Cristina Díaz, facilitadora del Instituto DIA, nos explicó cómo este recurso también nos funciona como vehículo de mediación:
“Los videos cortos, pequeños cortometrajes o documentales nos sirven para ejemplificar ciertos temas con la intención de construir un diálogo o profundizar experiencias y conocimientos de temas curriculares y de interés de los participantes”.
Antes de utilizar un video para una clase, Cristina recomienda:
- Conocer el contexto en el que colaboramos.
- Tener clara la etapa de desarrollo de nuestros participantes.
- El contenido debe sumar a nuestras experiencias y profundizar en conocimientos de acuerdo con nuestra intención y lo que deseamos aportar al grupo o comunidad de aprendizaje.
- El video debe ser estético, profesional, con un lenguaje comprensible y con los mensajes clave visibles que deseamos abordar.
- Diseñar un plan de sesión, tomando en cuenta las actividades y los tiempos de la clase: inicio, desarrollo y cierre.
- Observar y seleccionar las preguntas detonadoras que ayuden a generar un diálogo rico que se vincule con la vida diaria y sustente las habilidades que estamos enriqueciendo.
- Cristina también nos explicó que antes de ver un video, es muy importante comunicar las instrucciones con los participantes para aclarar las intenciones de la actividad. Algunas de estas orientaciones pueden ser la escucha activa, la atención, la observación y el análisis, así como pedirles que hagan anotaciones o que se enfoquen en algún punto en particular, y por supuesto, que lo disfruten.
Es sustancial que el docente plantee preguntas que ayuden a entretejer conocimientos, experiencias, puntos de vista y acciones.
La pregunta es un detonador que nos conecta con el vehículo de mediación y con nuestra propia experiencia. Entre todos podemos formular preguntas e intercambiar conocimiento.
Usemos como ejemplo el cortometraje boliviano La abuela grillo, que está dedicado a los defensores del agua. Algunas de las preguntas que se pueden hacer alrededor de este video son: ¿quiénes son los personajes?, ¿qué diríamos de ellos?, ¿qué emociones percibieron en esta historia?, ¿qué vemos en las acciones de la narrativa de este cortometraje?
Este video se puede prestar para hablar de muchos temas, como el cambio climático, el ambiente urbano y rural, el abuso de poder, el cuidado del agua, el consumo de plásticos o la conciencia social; dependerá siempre de la intención que tengas para tu clase.
“Los videos pueden ser parte de una experiencia diseñada dentro del espacio virtual y también pueden usarse como revisión previa acompañada de alguna actividad creativa y reflexiva”, señaló Cristina.
Además de La abuela grillo, te compartimos esta lista de videos que puedes explorar para usar en tus clases virtuales y presenciales también:
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