Laura Hernández es una mediadora del Instituto de Mediación Pedagógica con más de 30 años de experiencia en el sector educativo. A través de la mediación dia, Laura ha consolidado su visión del papel de la pedagogía en la transformación de la sociedad y la importancia del diálogo en la formación de las personas. Presentamos una charla con ella en la que nos da detalles al respecto.
1.- ¿Qué es y por qué es importante el liderazgo educativo?
A mí me parece un tema importantísimo, sobre todo desde el enfoque del Instituto de Mediación Pedagógica. Yo fui directora de una escuela de preescolar y primaria durante 30 años y hasta que estudié el Curso de Liderazgo Educativo con Jean Jack Remond pude entender por qué tuvimos que vender el colegio. Y la respuesta es que a las dueñas nos faltó un enfoque sistémico, cada unaestaba muy metida en su área.
Las áreas estaban interconectadas pero no verdaderamente unidas con un pensamiento sistémico, que es el enfoque de este Liderazgo Educativo. Si tú logras crear conciencia de esta actividad de transformación en la cabeza de una institución educativa, estás tocando la cabeza y el corazón de ese líder.
Nos ha ocurrido que a veces damos cursos a los maestros y salen motivados para empezar a transformar sus espacios educativos, pero en las retroalimentaciones nos comentan: “Es que el director no me deja”, “el director no entiende lo que estoy haciendo”. Por lo tanto, si empezamos desde la cabeza, el líder de esa comunidad educativa, los cambios realmente se dan porque empieza a ver más empatía y se emprende un liderazgo diferente.
La posición del líder cambia. Por eso a mí me parece que es importantísimo empezar por las cabezas y los corazones de las comunidades educativas.
Laura Hernández, mediadora del Instituto de Mediación Pedagógica
2.- ¿Cuáles son los marcos de referencia o teorías desde los cuales el Instituto de Mediación Pedagógica construye su visión y práctica del liderazgo educativo?
La fuente de donde hemos tomado todo esto es de autores contemporáneos como Peter Senge y Otto Scharmer. Por ejemplo, Peter Senge nos habla de toda esta teoría de pensamiento sistémico. Otto Scharmer nos habla de la teoría de la “U” y de este camino del desarrollo del líder que tiene que abarcar el mundo interno y el externo; entonces son como dos caminos paralelos que van trazando una “U”.
Scharmer habla de qué es lo que tenemos que conservar y qué es lo que tenemos que soltar como líderes, cómo mantener una mente abierta y soltar el miedo de seguir aferrándonos a nuestros antiguos esquemas, cómo tener el corazón abierto y soltar el escepticismo.
Por último, la voluntad para transformarte, porque no hay transformación social si no existe primero una transformación personal. Entonces, Scharmer nos habla de este camino de crecimiento personal, de cómo observamos, percibimos y sentimos el avance, y cómo de allí —al contactar con esa fuente interna de sabiduría que existe dentro de uno— emerge uno para innovar y evolucionar.
Son autores contemporáneos que se enlazan con el momento histórico que estamos viviendo y que plantean soluciones muy reales.
3.- ¿Por qué difundir esta noción de liderazgo entre los profesionales de la educación? ¿Qué se pretende desde el Instituto de Mediación Pedagógica con esto?
La intención es ofrecer un enfoque sistémico donde tu visión se amplía al todo, y uno como parte del todo. Realmente así es como se da sentido de pertenencia a la comunidad, y yo creo que ante los momentos que estamos viviendo, justamente se empiezan a transformar todos estos roles que veníamos jugando, donde decíamos: “Yo soy la directora, yo soy la que tengo que resolver, yo soy la que tengo la visión, yo soy la que tengo que poner la cara ante un problema, yo soy, yo soy…”
En este paradigma, uno como director, líder, maestro o padre de familia es como el superhéroe, el apagafuegos de todo, y cuando de repente tú compartes el poder; es decir, cuando se construye una dinámica donde todos participamos, donde todas las voces tienen peso, entonces se va cambiando el ambiente educativo.
Considero que ahora la resolución a la que nos vamos a enfrentar es colectiva. Yo creo que ante esta pandemia, ante estos cambios que se están dando, o volteamos toda la mirada al colectivo y entre todos construimos, o yo creo que no vamos a poder salir adelante con los roles que estábamos jugando antes. Hay que trabajar en la transformación de la educación porque la vida misma lo está pidiendo.
4.- ¿Cuál es la importancia del diálogo y la escucha en el liderazgo?
Ahora la sociedad tiene necesidad de diálogo, porque ya no queremos los argumentos por la fuerza sino la fuerza de los argumentos.
Aquí se trata de transitar del ego al eco; es decir, del ego, donde nada más está mi voz, al eco, donde cuentan las voces de todos.
Ya no es la imposición, la imposición genera violencia; ahora es el diálogo, la escucha. Y esto lo tenemos que empezar desde las primeras generaciones. Si nosotros educamos a los niños para que aprendan a argumentar, a escuchar, entonces esta sociedad se va a ir transformando.
Yo crecí en una generación de imposición, mis papás decían “así es esto” y uno ni chistaba porque así era la cosa. Pero estoy convencida de que conforme vamos evolucionando como humanidad se van modificando las cosas. Yo ahora lo veo con mis nietos. Ante la imposición me ignoran, ni caso me hacen, o se enojan y acaban haciendo lo que ellos quieren. Y cuando voy por el otro lado, de darles mis argumentos, de escucharlos, de veras hay otra actitud.
Por la fuerza no consigo nada. Yo creo que así es como van cambiando las cosas.
5.- También es importante escuchar a la juventud, a los niños…
Desde luego. Si escuchamos a nuestros niños, les enseñamos a respetar las opiniones de los otros y a argumentar, a que crezcan su opinión con la opinión de los otros, a que tomen iniciativas, a que tomen riesgos, los resultados van a ser diferentes.
Y déjame que te diga: todo esto lo ofrece la metodología dia. Porque con una pregunta detonas el diálogo y empiezas a escuchar a todos. Y los niños empiezan a argumentar, a respetar la opinión del otro, a tener paciencia para levantar la mano. Poco a poquito se incentiva este desarrollo, la autorregulación se va dando en los niños, porque una frase se queda como semilla en sus corazones.