Nuestra historia comienza en 1980, cuando Germán Ahedo Flores egresó de la Escuela Nacional de Maestros con la mirada joven y el ánimo inquieto por emprender un camino de aprendizaje con cuantas generaciones de estudiantes pasaran por sus aulas. Poco sabía entonces que serían 40 las generaciones que se forjarían ante sus ojos, ni mucho menos que el aprendizaje mismo hallaría en su salón una nueva ruta. 

Si algo nos enseña el tiempo es que el cambio mismo es un eje fundamental en las rutinas. Germán nos cuenta que, a lo largo de su carrera, las transformaciones en los planes de estudio y las filosofías pedagógicas nunca fueron novedad. Sin embargo, al llegar al Colegio Vizcaínas en 2014, se encontró con una concepción de la educación que proponía acercarse al conocimiento desde un ángulo muy distinto del de la tarima del profesor:

“Durante 40 años he vivido muchos retos porque me he tenido que adaptar a distintas filosofías. Cuando yo empecé a trabajar en 1980, los maestros éramos totalmente expositores, y la educación se ha ido transformando mucho. A partir del constructivismo, pienso que las cosas han funcionado mejor, pues colocamos al alumno como centro del espacio educativo. Cuando yo empecé a trabajar, el espacio educativo funcionaba en torno al profesor, y ahora no, ahora el alumno determina qué quiere aprender y cómo lo quiere aprender”, comenta. 

— Profesor Germán Ahedo Flores

En el Colegio Vizcaínas decidieron adoptar la metodología dia no solo para impartir sesiones dia, sino para integrar los 5 principios (Orientar, Motivar, Generar, Rescatar, y Cerrar y trascender) en todas las asignaturas. Desde el inicio, el cambio se dio a partir de un genuino interés por parte tanto del personal administrativo como del cuerpo docente. Dos maestras conocían la metodología, y poco a poco fueron orientando al resto del profesorado para guiar a sus estudiantes con estas nuevas herramientas. 

El camino de la mediación

Germán tomó su primer curso de Sensibilización en 2016, y a partir de entonces no ha dejado de involucrarse de lleno en la formación dia. Si bien confiesa que en un inicio le costó comprender las vías de implementación de la mediación de obras de arte en el salón de clases, la posibilidad de integrar textos literarios como vehículos de mediación le abrió las puertas para comprender todo el potencial didáctico detrás de los principios pedagógicos. 

Desde los cursos de Educar con intención (dirigido a docentes y practicantes de la mediación dia) hasta los talleres dirigidos a niños que se organizaron al inicio de la pandemia, Germán ha participado en múltiples espacios para tomar ideas y aprender a diseñar dinámicas que pueda implementar con sus estudiantes, ya sea de forma presencial o virtual. Poco a poco, el profesor fue transformando sus dudas en respuestas, y no solo eso: al llevar este aprendizaje al aula y compartirlo con sus alumnos, la interpretación del mapa comenzó a derivar en una labor cartográfica. 

Germán remarca que si bien absorber las bases del método dia en todas las áreas no ha sido tarea sencilla para maestros ni alumnos, los beneficios han sido evidentes en todas las escalas del desarrollo personal de los estudiantes:

“Los chicos con los que yo comencé ahora están en secundaria; como es una escuela que va desde el jardín de niños hasta prepa, a veces te encuentras a los niños o a los profesores en los pasillos y te cuentan que los chicos vienen con tantas habilidades que ya construyen su propio conocimiento”, relata, y añade: “Hemos catapultado a los niños para que tengan un montón de habilidades. Dale a un niño un soporte y puede recorrer distancias inimaginables”.

En el método dia no solo se practica para adquirir conocimiento, sino que se proveen las herramientas para que todos aquellos involucrados en el proceso de aprendizaje construyan y contribuyan a dicho conocimiento. Una vez que el estudiante se familiariza con el método, su manera de aproximarse y compartir la información se transforma. Habilidades fundamentales como el diálogo y la escucha trascienden el salón de clases y se expanden hacia todos los ámbitos de la vida, fomentando el análisis crítico y la autoconciencia al momento de convivir con el mundo. 

Pavimentar nuevos senderos

En 2021, Germán Ahedo participó en el laboratorio de co-creación de Ser y Aprender, en el cual contribuyó de forma activa al compartir sus experiencias aplicando el método dia. Si bien cada docente y cada estudiante recorren su propio camino de aprendizaje, al intercambiar testimonios podemos darnos cuenta de que las calles que transitamos son compartidas, y esto nos ayuda a ampliar el panorama de las distintas rutas que existen para llegar a destinos similares. Así, los mapas se van trazando en colectivo y se pavimentan senderos nuevos cuando se necesitan. 

En el 2021, en el Colegio Vizcaínas se realizó una práctica de mediación para construir y compartir el conocimiento con otros profesores y acomodar la metodología dia en todas las asignaturas que integran la currícula de primaria. Germán fue el maestro de primaria alta encargado de mediar la sesión. Con ayuda del equipo educativo del Instituto de Mediación Pedagógica, preparó una sesión para maestros y alumnos en la que la misma sesión fungió como una suerte de vehículo de mediación. 

En los primeros 30 minutos participaron únicamente los docentes y el equipo del Instituto de Mediación Pedagógica DIA, y platicaron sobre lo que esperaban de la sesión con los niños. Después de una hora de taller con los estudiantes, los maestros recibieron retroalimentación por parte del equipo educativo dia y juntos construyeron nuevas formas de incorporar los principios pedagógicos a las bases del plan de estudios de todas las materias. 

De esta forma, el camino se va abriendo y pavimentando entre todos, desde el trabajo en equipo y la escucha. Tanto el trayecto como la construcción y el diseño de la ruta se dan en colectivo, tendiendo puentes entre maestros, alumnos y el equipo educativo del IDIA. La participación de cada uno de los agentes de la cadena es fundamental en este recorrido, pues cada experiencia suma al desarrollo de herramientas y metodologías que inicien en el salón de clases y se expandan hasta cada rincón de nuestro desarrollo humano. 

Para Germán, “un método es un camino seguro para llegar a algún lugar, y la metodología dia nos ofrece esa posibilidad. La metodología nos permite llegar a un sendero seguro en el que vas a caminar sabiendo hacia dónde vas y cómo vas a llegar, y tienes las herramientas para hacerlo”.

Todo es un trayecto: desde la planeación de cada clase hasta el desarrollo de habilidades socioemocionales y cognitivas de cada estudiante. Teniendo el mapa y las estrategias a la mano, podemos alcanzar lugares inimaginables.