En la miniserie Poco ortodoxa (2020), transmitida por Netflix e inspirada en la autobiografía de Deborah Feldman, Unorthodox: the Scandalous Rejection of my Hasidic Roots –Poco ortodoxa: el rechazo escandaloso de mis raíces jasídicas–(2012), la joven Esty Shapiro, que, en el actual siglo XXI, pertenece a una comunidad judía ortodoxa de Brooklyn, Nueva York, decide romper con el modelo de su cultura, religión y costumbres, para dar una vuelta de tuerca a su existencia.
Huye de su barrio y se dirige a Berlín, donde se reencuentra con ella misma, descubre sus verdaderos deseos y forma nuevas amistades. Esta historia es un ejemplo, no solo de liberación, sino también de un rompimiento o transformación de modelos mentales.
Tal como se explica en el libro Un camino para ser y trascender. El desarrollo de la inteligencia integral (2020), de Claudia Madrazo.
“los modelos mentales son los esquemas de pensamiento y percepción que se van formando en nuestra mente a través de las ideas que nos transmite el contexto en el que nos desenvolvemos –constituido por nuestros padres o familia, escuela, religión, cultura– y de las experiencias, conocimientos e ideas que construimos acerca de nosotros mismos, de otras personas y del mundo”.
En los modelos mentales están las “teorías, explicaciones, creencias, ideologías, narrativas, convicciones, principios, valores e identidades que influyen de manera cabal en la forma en que percibimos y nos percibimos, procesamos, interpretamos y proyectamos la realidad”, se señala en el libro citado. Es decir, son creencias que tenemos sobre nosotros mismos: “si nos pensamos capaces o no para realizarnos.” Son pensamientos que suelen ser invisibles o inconscientes, y que nos llevan a dar por hecho que así debe ser tal o cual cosa.
Sin embargo, como se enseña en cursos de Mediación dia, la neurociencia ha demostrado la plasticidad cerebral, y cómo los modelos mentales y patrones culturales, pueden ser modificados para nuestro bienestar. Como docentes y madres y padres de familia debemos ser conscientes de nuestros modelos mentales y estar dispuestos a modificarlos para influir de manera positiva en nuestras actitudes y acciones, en el momento de interactuar con nuestros hijos y alumnos.
La Mediación dia nos ayuda a hacernos conscientes de esos modelos mentales; a hacerlos visibles y nombrarlos. “Al reconocerlos, somos responsables de nuestras creencias y formas de pensar”, indica el libro de Claudia Madrazo antes mencionado; lo que nos permite estar alertas respecto a nuestros modelos mentales, y, si así lo deseamos y sentimos necesidad, de modificarlos de manera consciente, aunque, por supuesto, no es un proceso fácil, como se constata en la citada autobiografía de Feldman.
“Los modelos mentales tienen una profunda influencia en nuestras relaciones humanas, y en los procesos de cambio y aprendizaje a los que nos enfrentamos. Al ser conscientes de estos y de dónde surgen, podemos transformarlos. Es entonces indispensable crear, modificar y reforzarlos para mejorar nuestras relaciones en y con el mundo”, se aclara también el libro citado de Claudia Madrazo respecto a este territorio –los modelos mentales– de nuestro mundo interior, e invita a la reflexión: “¿Puedes evocar algún momento de tu vida en el que se modificó un modelo mental, una creencia o un prejuicio?”